Suena un disparo, el primero. Y te sobresalta, porque no es el típico sonido que uno espera; es una detonación seca, sin reverberaciones, grave, súbita. No es un disparo de película, pero ya has oido antes ese sonido: es el ruido que hacen en las competiciones de tiro. La mano que empuña el arma es firme, pero se estremece con el retroceso, y el que lo recibe no da un salto mortal hacia atrás, solo se agita, y cae. Parece real. Y entonces te olvidas de que el tipo que empuña el arma es Tom Cruise, que le has visto hacer eso quinientas veces en quinientas películas. Sencillamente te olvidas de que ese tipo se llama Tom Cruise. Ahora es Vincent.
Y esto es Collateral.
Empieza la película e inmediatamente intuyes que no es una película normal. La fotografía es digital, muy cercana, demasiado. Los encuadres, perfectos, descuidados cuidadosamente, mostrando cada detalle como por casualidad. Oyes a los personajes y no son personajes, son personas, hablan como personas. Sabes que es un guión, sabes incluso que el guionista es el tipo que firmó 'Piratas del Caribe, La Maldición de la Perla Negra' pero se te olvida muy pronto. Porque esto no es un guión, es filigrana. Nada rechina. Nada.
Y te preguntas por qué el resto de las películas no son así. Por qué pagas por ver cosas que en cuatro horas cuentan menos que ésta película en quince minutos. En cinco minutos. En dos palabras.
Y das gracias a Dios por que exista Michael Mann.
(El crítico del Pais, cuyo artículo leí ayer mismo, empezaba sus comentarios sobre ésta película con un: los disparos suenan diferente en las películas de Michael Mann. El crítico del País de las Tentaciones se empeñaba en decir que por muy buena que esta sea, no se le olvida Heat - del mismo director. Sinceramente, caballero, yo ni siquiera me atrevo a recordarla. Aunque si me acuerdo de otra, de El Último Mohicano, una sola imagen, Cora y Hawkeye en el fuerte, abrazados, al amanecer. Nada más. Qué contraste, ¿no? Habría que correr mucho en el tiempo y el espacio para encontrar otra referencia.)
Me cuesta muy poco hacer un post hablando de las últimas películas que he visto, por un lado porque me cuesta muy poco hablar de cine en general y por otro porque guardo absolutamente todas las entradas (salvo raras excepciones) de todas las películas que he visto en mi vida desde que empecé a ir relativamente sola, es decir, a comprarlas. La primera, por si os interesa, fue el Drácula de Coppola. Ha llovido mucho desde entonces...
Desde que empecé a tener problemas con el blog (ya solventados, menos mal) no he escrito un post decente. En el remedio de urgencia que me busqué, otro blog en otro lugar, no pude postear sino esporádicamente y me centré sobre todo en dos facetas un poco desquiciadas de mi vida: el pequeño, onírico y delirante mundo de mis bromitas conyugales y mi últimamente sobredimensionado (a veces ocurre) interés por Harry Potter. Podeis consultar los susodichos post porque, excepto los realtivos a la mudanza de servidor y problemas técnicos, los he reproducido aqui, comentarios incluidos.
Bueno, al grano.
Intentaré ir por orden. Suelo ir al cine una vez a la semana, lo que sumado a algún alquiler esporádico en el videoclub y las escasas pero memorables ocasiones en que ponen algo interesante en la tele arrojan una cifra bastante abultada, pero no pienso hacer una lista exhaustiva ni tampoco explayarme en las reseñas. Bueno, procederé como en los tiempos (cuasi jurásicos, hablando en términos interneteros) del The Web Bunch y diré:
Crítica literaria, un servicio público.
HELLBOY: No me disgusta la película. Confieso que no conocía del personaje más que nombre, cara y autor, pero si alguna virtud tiene esta película es provocar curiosidad sobre el comic original. La película es gamberra, tiene sentido del humor y momentos emotivos, y los efectos especiales están logrados. Bien es cierto que, por lo poco que he leido del comic hasta ahora, este Hellboy no es exactamente el Hellboy original, es un poco más macarra y más superficial, pero tampoco me disgusta. Ron Pearlman consigue ser creible en el papel de heroe romántico, cosa que no ocurría desde sus tiempos de "La Bella y la Bestia" y con mucho menos maquillaje encima, cosa que tiene mérito, y siempre se agradece tener la oportunidad de echarle el ojo encima a John Hurt. La altura del protagonista disimula con los secundarios, que también son altos, pero para la historia quedará una duda: con la edad que tiene ¿está este tío realmente así de tocho, o hay traje de latex muy disimulado?
EL BOSQUE: Una película que genera opiniones muy encontradas. Pocas veces me he visto en la situación de pedir la opinión de alguien acerca de una película y recibir la siguiente respuesta: "Vaya mierda de película. Era muy bonita." Y no son dos opiniones, no, es la misma persona. En fin. ¿Yo, que opino yo? Preciosa. Shyamalan se supera a si mismo en el apartado de la imagen, sigue siendo un genio mostrando los sutiles mecanismos del alma humana. Quizá la razón por la que esta película es tan criticada sea su publicidad ('del director del Sexto Sentido') y el aire de absoluto terror que desprende su trailer. Eso atrae al tipo de público que aprecia más las vísceras al aire que la coherencia narrativa, el mismo tipo de público que es incapaz de callarse y admitir sinceramente que no es su tipo de película, y que prefiere proclamar a voz en grito que, como no le ha interesado, obviamente es una mierda. Supongo que el tiempo, y puede que alguna película totalmente coherente con su estilo pero de un género diferente al terror, convenzan al gran público que Shyamalan's no significa 'miedo que te cagas' sino película bien hecha.
Mi teoría es que lo que le interesa al director, a la hora de filmarlo, no es dar miedo al espectador, sino a sus personajes. En realidad aqui no hay heroes cinematográficos, hay personas. No se lanzan a la aventura arma en mano como si fuera un videojuego, es su vida, temen perderla, se cagan de miedo. Estamos demasiado acostumbrados a la ficción, hemos olvidado lo que es el temor. Aunque somos perfectamente capaces de morirnos de miedo en nuestra vida real por cosas que, a veces, no merecen la pena, nos resulta imposible creer que un personaje de cine tenga reparos en lanzarse a una muerte heroica. Pues hazlo tu, leche.
CRÓNICAS DE RIDDICK: Entretenida. El diseño de producción un poco pesadito, los homenajes se hacen ridículos: tenemos Bene Gesserits a la Dune, una copia del Zion de Matrix y un malo que se mueve como el agente Smith, los carceleros rusos recuerdan al cosmonauta cutre de la MIR de Armaggedon, hay rollos macbethianos que darían dolor de cabeza a Shakespeare... y los nombrecillos dan grima (elementales, necroferos, furianos, crematoria... ¿Kira? ¿Y de donde viene eso de Kira? ¿es que al otro nombre le faltaba glamour?) Pero he dicho que es entretenida, y tengo que justificarlo: coreografías estupendas, Vin Diesel haciendo lo mejor que sabe hacer: ser una máquina (aunque juro que le he visto actuar: Diablo. Tiene un par de escenas muy buenas - me refiero a la de la operación encubierta que acaba en tiroteo - llora y todo, y no da repelús), escenas de acción buenísimas, y qué leche, debajo de todo ese megafrikismo y esa grandilocuencia de jardin de infancia hay un argumento y todo... Confieso que me encantó Pitch Black, pero esta no tiene nada que ver con la otra. Si alguna virtud tiene esta secuela es precisamente esa: no es mas de lo mismo, es algo completamente diferente.
CAZADORES DE MENTES: Dementes, diría yo. La típica de intriga ¿quien es el malo? Diez negritos. Tramposa hasta decir basta. Lo dicho, entretiene, pero no emociona. El coloquio post-cine que nos montamos Gato y yo camino a casa no pasó de la entrada del parking. Hasta la anterior tenía más miga que esta... Solo hay una cosa peor que ser chapucero, y es ser mediocre.
LA TERMINAL: Muuuy emotiva. Ese Spielberg sabe hacer su trabajo. No es sensiblona, no te toma por imbecil y tiene mucha comedia. Frank Capra redivivo, una pelicula agradable y bien hecha. No la comento porque no lo necesita, pero la recomiendo.
BANDITS: La vi en la tele, no la había visto, me encanta. El tío Bruce se sale, Billy Bob Thorton es un encanto y la Blachet está divina. La historia es buenísima, los diálogos son geniales y la banda sonora, la leche en polvo. Dos hombres y un destino, estupenda. Y te partes. Sinceramente, ¿que mas quieres?
GOODBYE, LENIN: Me encantó esta película. Curiosamente, a Gato también, y eso que iba con reticencias. Y no es que al chico solo le gusten las pelis de acción, o que tenga masl gusto, eso es lo que él cree. Supongo que nunca tuvo amigos que le llevasen a ver películas donde lo único que pasa es que hay personas que hablan y hablan, y a veces ni siquiera en tu idioma. O ni eso. Lo que ocurre es que ahora tiene un ente simbiótico (yo misma) que sí, y al principio transigiendo, luego gratamente sorprendido, ha cambiado a Schwazzenegger por Kevin Spacey y a Alex Proyas por M Night Syamalan. Ya he empezado con el bombardeo de Kurosawa, Kieslowsky está en camino, muy pronto llegará Hal Hartley y entonces estará totalmente asimilado. La resistencia es futil... Pero hablaba de Goodbye Lenin, y sigo hablando de ella: es una tragicomedia, lo que significa que lo mismo te partes de risa que te echas unas lágrimas, y realmente lo haces, porque emociona. Para el que no tenga idea de qué va, es la historia de una mujer alemana, comunista convencida, que cae en coma justo antes de la caida del muro de Berlin, y cuando despierta su hijo levanta de la nada (porque en un mes de la Alemania del Este apenas queda nada, ese es otro aliciente de la película, ser documento de una época simplemente increible) una alemania que ya no existe para que el disgusto de ver su ideología reducida a nada no acabe de matarla. Preciosa. En cierto modo tiene algo de Big Fish, así que todos aquellos que disfrutaron con ella (y pudieron mirar más allá de la estética Burton, que tampoco es desdeñable) disfrutarán con esta. Por cierto, es alemana. Lo digo porque siempre se nota la diferencia con los omnipresentes americanos.
DARK WATER: Una historia de fantasmas. Inquieta, pero no aterra. Confieso que no he visto la versión original japonesa de The Ring (esta es del mismo director), así que no se si es la ausencia de sustos a la americana lo que la hace menos aterradora (tamos mal acostumbraos), o es que simplemente ésta no es como la otra, pero salvando las naturales deficiencias causadas por la relatividad cultural (no semos japoneses, oiga) la historia es muy buena. Ahora bien, después de ver alguna que otra película de terror nipona además de las dos anteriores y contrastando con videojuegos de horror horroroso de la misma nacionalidad he llegado a una triste conclusión: a los japoneses los críos les dan un cague espantoso. ¿Será esto causa, efecto o consecuencia natural de la mitificación y el respeto rayano en lo moñas que tienen a la infancia?
OCEANOS DE FUEGO: Una de aventuras. Bonita. Ese Viggo, ese Viggo, eh, eh. Perfecta para ir a verla con críos, a pesar de los dos o tres (o cuatro) comentarios con doble sentido, que los niños ni entenderán ni les importará una mierda, porque esas cosas no te importan a esas edades. En fin, que es muy limpia y muy heroica y salen caballitos.
En el verano también vi Catwoman (lo mejor, la Berry haciendo la guarri: vease con sentido del humor o uno corre peligro de acabar muerto de asco) y El Rey Arturo (me gustó, pero no me emocionó. No llega, no define a los personajes con suficiente claridad, ni siquiera a los que mas salen. Arturo es un heroe y punto, Ginebra es muy mona y muy guerrera, pero no puedes olvidar que es una oportunista y un objeto político, aqui no hay historia de amor que valga, Bors es bidimensionalmente simpático, intuyes que Tristán tenía mas miga sobre el papel y te da rabia que no le sacaran más jugo - ¿Isolda? ¿Isolda? - y Lancelot cae gordo porque es un tocanarices. El resto saludan y poco mas. Merlin es un extra. Aparte de eso la música es bonita, los actores son casi todos suecos venidos del DOGMA y eso se nota, especialmente en el jefe sajón, que solo tiene que levantar una ceja y te cagas de miedo, las batallas están muy bien y la fotografía también. Vamos, que no es mala. Solo un poco... mejorable. Sobre el ciclo artúrico y patatín y patatán no hablo porque me parece obvio, ya dejé mi época talibana muy atrás, son arquetipos, y nadie que meta mano en arquetipos y haga una buena historia, aunque sea distinta a la conocida, puede ser acusado de nada. Anda que no varían entre sí las versiones medievales del tema...). Y alguna patata alquilamos en el videoclub, solo que paso del tema, que no merece la pena.