Esta mañana en el metro había una mujer de unos cuarenta años sentada, leyendo un gordísimo libro de Ken Follet. El detalle es que vocalizaba. Leía vocalizando, como los niños pequeños. Asombrada por el detalle levanto la vista y me topo con los ojos de otra mujer, a mi lado, que tambien estaba mirándola. Apartamos la cara a la vez, avergonzadas, con tan mala suerte que ambas miramos al cristal, en cuyo reflejo nuestras miradas vuelven a encontrarse y vemos que ambas estábamos sonriendo con conmiseración.
Y la lectora preescolar, inocente, sigue leyendo a media voz sin siquiera imaginar la cascada de pensamientos maliciosos y posterior arrepentimiento de dichos pensamientos que evoca en los que la miramos.
Malas, malas, malas somos...
(Momento perfecto para aclarar que no me quejo de la supuesta maldad innata que tienen las mujeres, porque nunca creí en ella. Solo tenemos más capacidad para comunicar nuestra maledicencia a los demás y disimularla al tiempo ante el damnificado. Pero malas, igual que ellos. Vean ustedes gran hermano y convenzase, nunca ví bruja mayor que ese tal Johnathan. No, el transexual no, el de las gafas. Si, que pasa, veo gran hermano, la mayor parte de las veces de rebote cuando no hay nadie en el messenger con quien charlar. Es como los documentales de la dos, pero los animalitos que interactúan llevan ropa - suelen al menos - y no se reproducen en pantalla. Por lo demás, no hay gran diferencia con una de chimpancés...)
Escrito por Aranluc a las 29 de Noviembre 2004 a las 01:33 PMTe equivocas, Aran, los chimpancés son vida inteligente.
Escrito por blackadder a las 29 de Noviembre 2004 a las 08:16 PMEs lo que estaba comentando con unos amigos en el bus, que no sé por qué nos consideramos los seres más inteligentes. Como decía Douglas Adams, "creemos que somos más inteligentes que los delfines porque ellos se pasan el día jugando en el agua sin hacer nada y ellos se creen más inteligentes que nosotros por la misma razón". Y luego están los bonobos, ésos sí que son espabilaos los cabrones.
Mira que ver Gran Marrano... Yo en casos extremos de aburrimiento, prefiero apagar la luz y desconectar el cerebro mirando el techo (en seguida me entran ganas de hacer algo). Estoy seguro de que es más productivo que ver eso.